Pobre poesía, espléndida, fecunda y mal cuidada, pobre poesía, discreta amiga de los vértigos, mártir de charlatanes y salvajes de cara áspera, pobre de ti, tan callada, tan sacra, asediada por viajeras histéricas y perfumes de brujería. Tú tan remota como tu nombre lo dice, tú tan cerca de los embaucadores, hecha utensilio, fiesta, disfraz. Pobre poesía, tan desgastada por la trampa, pobre poesía, tan tranquila, tan de tu casa, tan incapaz de levantar la mano,
poesía, ay, poesía, cómo han querido hacerte máscaras y meterte en inventos de burócratas histriónicos, ay, poesía, cuánto exceso has tenido que aguantar, cuánto dolor de otros cargas como si fuera tuyo, ay, poesía, que no dices nada en tu paseo al basurero, ay, poesía, que soportas las veces que te empeñan, ay, poesía casa generosa que recibes al ladrón y al amateur como si fueran uno, ay, poesía cosa generosa, cosa dulce, cosa inexplicable, amiguita de todos, las lobas son tu loba, y todo el tiempo estás al borde de la muerte,
pobrecita tú, poesía, que has de soportar tanto, los desmadres del aprendiz, la aburrida acritud del consagrado, la falsedad del ojo, la midriasis, los cuerpos, poesía, pobres cuerpos que se acercan a ti y no son más que carne colgando en la memoria, ay, poesía, tú no sabes alzar la voz, tú no sabes de gritos ni de cachetadas, tampoco son de ti las rupturas, tu castigo es más bien sepulcral: una pesada guillotina de silencio.
A ti, poesía, aunque te manosean y te caen a patadas y te ponen banderas y afiches de festivales y flyers digitales y calcomanías de clubes de aficionados, no te prestas a ninguno. Dejas que te ultrajen, una y mil veces, pero no te prestas a ninguno.
Tu egoísmo es del cuerpo que se cuida. A todos pones en condición de huésped: eres libre y violenta: tu amor es implacable.
La poesía es una cosa que se derrama, te dijo alguna vez Houellebecq, y sabía muy bien lo que decía.
Tal vez tu maldad es otra. Sí, es eso.
Eres la falsa ilusión de todos
eres la gran ausente de cuanto se dice sobre la tierra.
Pobre poesía
(pobre poesía nada)
dejas en todos una sensación de derrota
(pobre poesía nada)
eres una maga experta.
Pobre poesía.
Son los tiempos horrendos del balbuceo
Tú no quieres nada de esto. Tú no vives aquí.
No voltees a nosotros
quítanos esta maraña
háznos orgullosos de nuestro asco.
Zakarías Zafra
Ciudad de México, 16
Ilustración: Flóres Solano