Aquí hay testimonios valiosos, quizás injustamente mezclados entre pacaterías y aclaraciones forzadas. La finalidad del libro (a todas luces parece serlo) es pasar revista de los que escriben(ían) en Venezuela, sin importar si lo hacen desde un bufete, un canal de TV o el sillón de una gobernación. Palabras como las de Montejo, Denzil Romero y Elizabeth Schön hacen el libro. Leer a Carlos Noguera y Britto García nos recuerda que hubo vida antes de la polarización.
En la página 95, Luis Alberto Crespo nos dice: