Esta es la primera parte del poema migrante, escrito en vivo con las voces de emigrados venezolanos y anfitriones mexicanos. Fueron más de 200 personas las que sumaron sus propias líneas al primer verso («Migrar es tocar tierra…») que lancé en la presentación de #BoardingPaz en el Museo Memoria y Tolerancia de la Ciudad de México.
El proceso de escritura lo hice en vivo, juntando y ajustando las frases de los asistentes a través del hashtag #BoardingPaz y de post-its que iban llegando al escenario mientras lo reescribía.
Este poema es, apenas, el registro de la primera reunión. Correspondió a la Ciudad de México ser el lugar de partida. Estas líneas, siguiendo el antiguo juego del «cadáver exquisito», serán completadas por voces de emigrados venezolanos en Colombia, España, Estados Unidos, etc., hasta conformar un gran lienzo de palabras.
Migrar es tocar tierra
sin mi familia;
tierra donde extrañar se
vuelve tu apellido.
Abrazar un silencio sordo,
anidar una grieta,
volver a comenzar.
Migrar rompe los paradigmas;
es sembrar el alma, dejar de ser
de algún lugar
para ser de toda la tierra.
Es hacerse infinito hacia dentro.
Florecer.
Migrar es tocar tierra
y yo siempre he estado en el aire…
pero el aire no tiene
fronteras.
Hace días reescribía otras estrofas de ese poema colectivo. Me traje todos esos post-its en el bolso. Los atesoro, los leo y los releo. Me llama la atención ver tantas palabras pulsando una misma idea: «agradecer», «encontrarse con tu otro», «reconstruirse», «dudar y definirse», «aprender a hablar nuevamente».
Migrar es tocar tierra,
Tocar los recuerdos con la mente,
Sumar voluntad y valentía.
Volver a ser, reconstruirse,
Viajar a otro suelo que nos da cobijo,
Soñar con el regreso,
Definirte y redefinirte, dudar, luchar
Encontrarse con tu «otro».
Migrar es tocar tierra
que no te pertenece,
Ajena, distinta, desconocida e incierta.
Aprender a hablar
volando hacia adentro,
desplazarse y cambiar,
abrir el corazón en presente.
Creo en lo poético como esa forma de ponerle nombre a las cosas. Creo en la voz que se manifiesta e insiste en medio de lo incierto.
Este es un poema sin pretensiones. Es puro ejercicio de mirar con la palabra. Es la «poiesis» que toca, indaga, elabora.
En eso creo.
Creo en esa catarsis que, de muchas formas, nos convoca a todos.
Para conocer más del proyecto, busca @boarding_paz en las redes sociales (Facebook, Instagram, Twitter), o rastrea el hashtag #BoardingPaz.