Ser migrante en la pandemia

Tiemblan las economías familiares. Tiembla la mía. El “vivir al día” no es solo andar a riesgo de contagio, sino de que acabe todo todos los días. La cuarentena es un privilegio insostenible. En pandemia cuesta más ser inmigrante.
Rituales del contagio

Llegó el coronavirus a la ciudad de la polución. Al destino turístico del very unhealthy air. Al valle de la eterna contingencia ambiental, donde los tubos de escape son vigilados por la policía y hay que respirar por la boca entre tanta cloaca y cannabis y solvente y carnitas. El horizonte de los mil estímulos. La ciudad incontagiable.